miércoles, 20 de octubre de 2010

Cuatro gazapos

Por José Obdulio Gaviria

¿Será permitido cazar gazapos al presidente de la Corte y al "periodista del año"? ¿O eso me lo incluirán en la calificación de 'complot para desprestigiar' a la justicia?

En el 'gobierno de los jueces' y del 'cuarto poder', no nos queda a los díscolos más que hablar y luego acurrucarnos, a ver si los varillazos judiciales, en forma de autos, y el vituperio del "mejor periodista del año" nos pasan por encimita.

En Radio Caracol, Jaime Arrubla, presidente de la Corte, dijo desde Santa Marta (bello sitio del mar en donde se realizan alegres seminarios académicos), que la Constitución colombiana es muy joven y que no es tiempo de convocar Constituyentes, dizque porque son para "transformar toda su estructura". "La Constitución norteamericana es viejísima y tiene veinte enmiendas; es de 1776, redactada por Franklin", remató.

¡Cuatro gazapos junticos; grandes como una catedral, y el mejor periodista de Colombia ni se enteró! Fue aprobada en 1787 y rigió en 1789, cuando nueve Estados, de los trece, la adoptaron. De 1776 es la Declaración de Independencia. Ahí sí metió la mano Franklin (con Jefferson y Adams) y se nota. En mi opinión, en belleza y sabiduría, sólo la supera el Sermón de la Montaña.

"El último discurso a la Convención", pronunciado por Franklin, es la apoteosis de la tolerancia y el sentido común. Pero el cerebro, el redactor, el gran componedor entre las tendencias de la Convención, fue James Madison. Acertaron Wilkie y Moseley al nombrar la biografía novelada del gran jurista, así: Madison, El Padre de la Constitución norteamericana.

Van veinte enmiendas, dijo Arrubla. ¡No! Fue el segundo gazapo. Y el "mejor periodista" ni se 'mosquió'. ¡Veintisiete!, seamos precisos. Luego pontificó: si una Constitución es joven no se debe cambiar, como en el caso norteamericano. ¡Gazapo!: las enmiendas no dependen de la juventud de un texto, sino de la necesidad y conveniencia. Los norteamericanos aprobaron las primeras diez enmiendas en 1791 (la Carta ni llevaba dos años de vigencia).

Muchos elementos explican la permanencia y solidez de las instituciones norteamericanas. Bolívar ensayó, en el Discurso de Angostura, este: "Cuanto más admiro (la Constitución Federal), tanto más me persuado de la imposibilidad de su aplicación (en Venezuela). Según mi modo de ver, es un prodigio que su modelo (USA) subsista tan prósperamente (...) Aunque este pueblo es único en la historia del género humano, es un prodigio, repito, que un sistema tan débil y complicado (el federal) haya podido regirlo".
Algo que explicaría la relativa inmutabilidad de la Constitución Federal norteamericana es que las que han sufrido cambios numerosos y constantes son las Constituciones y leyes de los Estados.

El cuarto gazapo fue sobre el carácter de una Asamblea Constituyente en el actual título XIII de nuestra Carta. ¡No! No es como dice Arrubla, "para transformar toda su estructura. Es un cheque en blanco que no sabe uno dónde va a comenzar y dónde va a terminar".

El artículo 376 dice que "Mediante ley aprobada por mayoría de los miembros de una y otra Cámara, el Congreso podrá disponer que el pueblo en votación popular decida si convoca una Asamblea Constituyente con la competencia, el período y la composición que la misma ley determine (...). A partir de la elección, quedará en suspenso la facultad ordinaria del Congreso para reformar la Constitución durante el término señalado para que la Asamblea cumpla sus funciones".

La Constituyente es hoy un mecanismo ordinario de reforma. No confundirlo con lo de 1990. Y es mejor que no se conjeture ni suelten suspicacias. La Corte bloqueó al Estado y eso hay que resolverlo. Yo, modestamente, propongo releer a Loewenstein.

martes, 19 de octubre de 2010

¡La Justicia perdió el año!

El Colombiano, Medellin.
16 de octubre de 2010

La justicia en Colombia es ineficiente. Y no porque lo digan los críticos de la Rama Judicial y de las Altas Cortes sino porque así lo concluye el informe sobre el Índice del Estado de Derecho 2010, presentado en Washington por el grupo World Justice Project, estudio en el que se analizan los aciertos y errores en la administración de justicia en 35 países, incluyendo siete de América Latina. Colombia recibe una baja calificación ya que obtuvo el puesto número 31, ocupando Suecia el primer lugar en eficiencia judicial, uno de los diez aspectos analizados.

Preocupa de manera especial la inoperancia del sistema penal colombiano puesto que figura entre los menos eficaces de América Latina, dadas las graves fallas que presenta la investigación criminal. Es tal la impunidad en Colombia que en el año 2009 tan sólo el cuatro por ciento de los casos por robo recibió castigo, frente al promedio del 12 por ciento del resto de los países.

Llama también la atención la percepción de la gente en el tema de la corrupción, ya que nuestro país se ubicó en el lugar 22 entre los mismos 35. Pero sorprende aún más que el 60 por ciento de las 1000 personas consultadas en Bogotá, Medellín y Cali, durante el desarrollo del informe en septiembre del año pasado, crean que los medios de comunicación no están en libertad de cuestionar las acciones y políticas del Gobierno.

Estas percepciones ciudadanas, aunadas a la propia del Gobierno colombiano, hacen cada vez más urgente la aprobación de una reforma judicial estructural que permita una justicia pronta y efectiva para todos. Ya los diagnósticos están dados, y varios estudios, nacionales e internacionales, la recomiendan. Entonces, ¿por qué no aprobarla cuanto antes?

Si bien es plausible el deseo del Presidente Juan Manuel Santos de llegar a un acuerdo con las Altas Cortes para lograr un texto único de la reforma, no vemos viable este camino. Es claro que el Consejo Superior de la Judicatura no está dispuesto a acoger la iniciativa del Ejecutivo de suprimirlo para reemplazarlo por un Consejo Superior Judicial. Además, son evidentes las múltiples discrepancias entre los Altos Organismos judiciales sobre la regulación de la tutela y el llamado choque de trenes, por lo que no parece factible un rápido acuerdo entre ellos.

Y mientras tanto Colombia es catalogada por sus mismos ciudadanos y por organismos internacionales, como uno de los países del mundo con mayor ineficiencia en su administración de justicia. Pero cómo no serlo, si la misma Corte Suprema da muestras irrefutables de morosidad. ¿Cuánto lleva con Presidente encargado? ¿Por qué no ha nombrado al magistrado de la Sala Laboral? Y ni qué decir de su nula efectividad para elegir al Fiscal General de la Nación. ¡Una vergüenza en la historia judicial!

Sin embargo, reiteramos que la reforma no sólo debe referirse a la estructura, funciones y periodos de la cúpula de la Rama judicial, sino a lo que los colombianos demandan con urgencia: una justicia fuerte, eficaz, que combata la congestión judicial, que luche contra la violencia y la impunidad, y que tenga los recursos humanos, técnicos y presupuestales suficientes. Creemos que el Gobierno, con acuerdo o sin acuerdo con las Altas Cortes, tiene que impulsar esta reforma judicial estructural ante el Congreso. ¡Es hora de que la Justicia colombiana alcance buenas notas!

domingo, 10 de octubre de 2010

Al magistrado Arrubla

Por Salud Hernández-Mora


No acudí a la conciliación de la demanda de injuria y calumnia que usted me puso (después lo dejó en injuria), por algo sencillo: no recibí la convocatoria. Conocí por la radio, hace unas semanas, que me había demandado, igual que supe de mi ausencia a dicha audiencia por la página de Internet de una emisora, estando yo en Quito. No me quejo, son muchos los colombianos que se enteran de sus problemas con la Justicia por los medios de comunicación porque la filtración para generar espectáculo se ha vuelto la norma.
Es la novena demanda que afronto y en todas las anteriores me llegó perfecto la citación, como le expliqué el viernes a la Fiscal encargada. Fui a cada conciliación, incluso a la que convocaron por la demanda que por injuria y calumnia presentó contra mí el jefe paramilitar de Sucre, hoy fallecido, alias 'Cadena'. Pude haberme evitado esa vuelta ya que entonces ese criminal, iracundo porque lo llamé criminal, era prófugo de la Justicia; como era obvio, no llegaría.

Y no le cuento las veces que me convocó el fiscal que llevaba la demanda, por el mismo delito, del ex gobernador Hernando Molina, hoy condenado por 'parapolítica' y entonces un dirigente que pretendía que yo rectificara porque escribí que contaba con el apoyo de 'Jorge 40'. Advertí desde el primer momento que no cambiaría mi versión, pese a lo cual nunca falté a las citas.

En las ocasiones en que no pude estar presente, siempre me excusé. Por tanto, contrario a lo que alega, yo sí respeto la Justicia, la misma que algunos de sus miembros denigran con su comportamiento.

Usted me lleva a los tribunales porque escribí que cantó en las veladas que organizaba Giorgio Sale para los magistrados. No entiendo su empecinamiento en seguir con este procedimiento judicial que le hace perder el tiempo a la institución. Usted estuvo en las catas a las que invitaba y pagaba quien entonces era solo un empresario italiano. Fue después que conocimos su actividad narcotraficante. Por tanto, no era un delito compartir con él y eso jamás lo afirmé. Mi tesis, que sostuve desde antes de aparecer el famoso paseo a Neiva, es que los magistrados de las altas cortes no deben dejarse manosear por nadie. Aceptar que les paguen comidas y viajes personajes de toda índole es, a mi juicio, aparte de una torpeza, una inmoralidad. Y lo sigo pensando.

Sé que tengo perdida la batalla porque a ustedes les perdonan sus pecados por haber enjuiciado a los 'parapolíticos'. Pero ni siquiera eso merece un reconocimiento, aunque a mí también me parezca bueno. Actuaron, sí, pero tarde, cuando el país estaba regado de fosas. Y tampoco por propia iniciativa, sino por investigaciones periodísticas y porque la Ley de Justicia y Paz puso a declarar a decenas de jefes 'paracos'.
Aunque no lo crea, escribí lo que a usted ofende porque pienso que el poder judicial debería ser inmaculado y discreto. Y en los últimos tiempos los conflictos internos de la Corte han dejado sus inconsistencias al desnudo, incapaz de elegir a su presidente (usted es encargado), al Fiscal, de llenar sus vacantes; con varios de sus miembros viajando a la dictadura china (¿supieron del Nobel de Paz?) y otros haciendo un curso en Barcelona. Una creía que la Corte Suprema era la culminación de una carrera y no una estación más.

Dice usted que mi injuria es más grave que las chuzadas del DAS. En fin, como le creo una persona de bien, sé que su conciencia le dirá que no es bueno utilizar un cargo tan vital y las demandas para satisfacer ambiciones personales. Ya que el Gobierno acabó con la diplomacia del micrófono, deberían seguir su ejemplo y regresar al silencio de sus despachos, donde languidecen los procesos que de verdad importan a los colombianos.

sábado, 2 de octubre de 2010

Cancelan capturas contra cuatro presuntos integrantes de la red de alias 'Don Mario'

Un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá había dejado sin piso jurídico la investigación contra estas personas, testigos clave en la investigación contra el ex director de Fiscalías de Medellín Guillermo Valencia Cossio por sus vínculos con narcoparamilitares. 

Por esta razón la Fiscalía decidió cancelar las órdenes de captura que pesaban contra Jhon Fredy Manco Torres, alias 'El Indio; Camilo Gómez Martínez, alias 'Fritanga'; Miguel Ángel Pérez Fermín y Diego Luis Torres. 

No obstante en los próximos días se deberá resolver una tutela interpuesta por el Ministerio Público contra la decisión de segunda instancia, y una vez sea resuelta, un fiscal de la Unaim volverá a presentar los elementos probatorios contra estas personas por la Ley 906 (nuevo sistema penal). 

El fundamento principal de la Fiscalía para anular la investigación contra los sindicados de narcotráfico, señalaba que, por la época de los acontecimientos, el proceso debió adelantarse a través del nuevo sistema penal acusatorio, que entró en vigencia en 2004, y no por el llamado sistema mixto. 

Alias 'El Indio' fue desvinculado del organigrama de la red criminal de Daniel Rendón Herrera, alias 'Don Mario', presuntamente por ayuda de la Policía y la Fiscalía de Medellín, en cabeza del hermano del ex ministro Fabio Valencia Cossio, quien habría tenido nexos con Felipe Sierra, empresario antioqueño vinculado con el ex cabecilla paramilitar.