viernes, 24 de diciembre de 2010

FARC pretendían realizar secuestros en otros países

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dio a conocer algunos apartes de correos extraídos de los computadores del ‘Mono Jojoy’, en donde queda en evidencia la intención de las FARC de realizar secuestros en otros países.

“Tienen que ver con las actividades internacionales de las FARC, para que el mundo entero se dé cuenta cómo operan y qué es realmente lo que hacen las FARC”, explicó el Mandatario.

En uno de los apartes de un correo fechado el 14 de marzo del año 2003, firmado por alias ‘Marcos Calarcá’ quien fue integrante de la junta internacional de las FARC, se habla de hacer un secuestro en el exterior.

“La idea es que la comisión internacional pare las antenas sobre esto, y claro, organizar el trabajo de tal forma que no haya posibilidades de vincular a las FARC”, señala el correo leído por el presidente Santos.

El Jefe de Estado señaló que este mensaje deja muy claro “cómo hacen las cosas (las FARC) y después se esconden para que no los culpen”.

En otro correo, dirigido al ‘Mono Jojoy’ en agosto de 2003, se habla de la posibilidad de secuestrar a un banquero, dueño de una entidad financiera de Aruba y Curazao.

En otro de los mensajes, con fecha de septiembre de 2003, se informa sobre US$300.000 cobrados por un rescate en Paraguay, y exponen la facilidad de realizar otros ilícitos en ese país.

“En un informe al secretariado dice: ‘Oswaldo, jefe del Partido Patria Libre, informa de US$300.000 nuestros en su poder, cobrados en un rescate en trabajo conjunto FARC-PL. Asegura que en Paraguay existen buenas condiciones para trabajos financieros conjuntos, compra de armas y organización de redes de apoyo a FARC”, informó el Mandatario.

Otro correo electrónico, de mayo de 2009, habla sobre un plan para secuestrar a un empresario de nacionalidad peruana, según el correo leído por el Jefe de Estado.

“Empezamos a hacer un trabajo de inteligencia en el Perú, para echarle mano a un ricachón de allá. Pero no es capitalino, vive en un pueblito de mala muerte. Es empresario, el trabajo se haría con un amigo de allá, quien será el encargado de cogerlo y no lo entregaría. Por el tipo se puede pedir US$4 millones, nosotros, para no comer cuento, mandamos a conocer al objetivo y efectivamente tiene plata”, dio a conocer el Presidente.

Expuso que en este correo, firmado por alias ‘Joaquín Gómez’, las FARC aseguran que ya tienen identificadas las rutas para el traslado de esta persona luego del secuestro.

Por último, el Presidente Santos reveló un mensaje firmado por alias ‘Iván Márquez’ hace un año, sobre el congreso para constituir el movimiento continental bolivariano.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Filtraciones, altas cortes y fiscales

Por Yorick

Por filtración, llegó a RCN, (hace aproximadamente un par de meses), información relacionada con una reunión de Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, en la cual se votó por la segunda terna de Uribe para elegir Fiscal General de la Nación. Consta en el informe que unos magistrados (la mayoría) cuestionaron al grupo minoritario de sus colegas por “engañar cínicamente a los colombianos” diciéndoles, por mediación del vocero de la Corte, (su presidente), que el fiscal sería escogido de la segunda terna de Uribe a sabiendas de que tal afirmación era falsa. Los hechos recientes confirmaron el engaño: La Corte eligió Fiscal de la terna de Santos.

En un país civilizado, tanto el presidente de la alta corporación, como sus engañosos y cínicos colegas, habrían sido severamente cuestionados por el ministro de justicia, por los medios de comunicación y por la sociedad entera. ¿Si la máxima autoridad judicial engaña cínicamente a los colombianos, porqué escandalizase de lo que hacen los jueces de menor jerarquía?

Que desde la emblemática y Suprema Entidad de la Justicia se les dé tan mal ejemplo a nuestros hijos, ¿no nos duele? ¿Se imaginan la reacción que en un país medianamente civilizado habría causado un hecho como éste? Nixon no se cayó por el Watergate como equivocadamente sostienen algunos. ¡Se cayó “por mentirle a la nación”!. Pero en un Estado sin ética como el nuestro, los magistrados de la Corte le mienten a la nación y el gobierno los premia. ¿Qué podemos esperar –me pregunto- de una sociedad cuyo Estado promueve los antivalores como modelos de conducta?

¡Cómo extrañamos a un Ricardo Medina Moyano, o a un Alfonso Reyes Echandía!, entre otros. ¿Puede alguien imaginar a estos dos prohombres, de rumba con gente extraña, disfrutando de sus generosas atenciones? ¿O pidiendo espacios en los medios de comunicación para prejuzgar a sus adversarios políticos? ¿O ventilando sus odios ante la nación entera, despreciando e irrespetando sus investiduras? Ellos, (los magistrados Ricardo Medina y Alfonso Reyes),“hablaron” siempre por autos y sentencias como tienen que hablar los jueces verdaderos. Y sus decisiones, además de sabias y jurídicas, fueron justas. Eran jueces ejemplares. Por eso ningún gobierno colombiano los premió. Paz en sus tumbas. Los autores intelectuales y materiales de sus muertes finalmente se salieron con la suya: asesinaron la justicia y el derecho.

Pero volvamos a la Corte actual. Catorce (14) magistrados votaron por Margarita Cabello en dos ocasiones. Y estaban votando, cuando llegó la terna de Santos de la cual eligieron fiscal con el mismo número de votos obtenidos por la doctora Cabello: 14. En la misma sesión eligieron al presidente de la corporación y a cinco nuevos magistrados para llenar las plazas vacantes. Recientemente, ante la sorpresiva renuncia del presidente (en propiedad por unos días), doctor Jaime Arrubla, la Corte eligió su reemplazo en una sola sesión. Sobran, entonces, palabras para comprender que los magistrados les deben muchas explicaciones a los colombianos. Porque como administradores de justicia saben que “con la vara que el juez mide, debe ser medido.” Entonces, tienen la palabra. Expliquen.

Pero, ¿realmente terminó la interinidad de la Fiscalía con la elección de Fiscal? Pienso que no. Supongamos que la jurisdicción contencioso administrativa decreta la suspensión provisional del acto administrativo en virtud del cual se eligió a Vivian Morales. La fiscalía quedaría en interinidad nuevamente. Y si no la decreta, solo se sabrá cuánto tiempo durará la doctora Morales en el cargo, cuando el Consejo de Estado dicte la sentencia respectiva.
Lo anterior nos enseña que la suerte de un Fiscal General en Colombia, depende, en últimas, de decisiones (casi siempre politizadas) de los jueces.(CSJ, Consejo de Estado, y si hay tutelas: Corte Constitucional). Si a esto le sumamos que mediante sentencias “moduladas” las cortes legislan y gobiernan, comprenderemos porqué ejercen un poder tan dictatorial y desafiante. Ante esta realidad, el fiscal actúa siempre con temor hacia sus juzgadores potenciales. Y con terror ante la perspectiva de ser “cocinado” por los periodistas si no piensa como ellos. En tal evento, será sometido a “indagatoria radial", le dirán corrupto y pedirán su cabeza.

¿Autonomía? ¿Cuál? Si el alto gobierno y el congreso tiemblan como cervatillos ante la posibilidad de caer en desgracia ante los jueces. He dicho mil veces, que la única vía para reformar la justicia es la Asamblea Constituyente. Y que tal reforma es más urgente que los decretos de emergencia por la ola invernal.

Sobre infiltrados conviene hacer algunas precisiones. Por ejemplo: ¿Quién le entregó a la revista Semana (o a "Cambio") lo de Giorgio Sale y Ascencio Reyes? ¿Alguien interesado en que el gobierno cerrara el DAS? ¿En la improbable hipótesis de que algún magistrado hubiera entregado la información que divulgó RCN a la emisora, habría que “cerrar” por eso la Corte?

No es fácil, amables lectores, vivir en un país como Colombia donde los jueces hacen política, los periodistas juzgan y condenan por la radio, los curas hablan de la guerra como si fueran mariscales de campo, los narcoterroristas pontifican sobre derechos humanos, y el presidente Santos es el mejor nuevo amigo del demonio. Ni Kafka habría podido imaginar este país.

martes, 7 de diciembre de 2010

¿Se cierra un bochornoso capítulo?

Jesús Vallejo Mejía 
Deploro que en el embrollo de la terna para la Fiscalía se hayan visto involucrados tres discípulos míos en la Universidad Pontificia Bolivariana, que, además, son mis amigos: Jaime Arrubla Paucar, Luis Fernando Álvarez Jaramillo y Marco Antonio Velilla Moreno. 
No es, pues, para mí el caso de entrar a hacer calificaciones personales sobre sus respectivas actuaciones. Pero en lo que tiene que ver con una apreciación serena de los hechos, no puedo ocultar mi acuerdo con los planteamientos y la actitud pública de Velilla. 
Pienso, en efecto, que la tesis del decaimiento de la segunda terna que propuso el entonces presidente Uribe Vélez, en la que incluyó a Velilla, tiene muy precario asidero jurídico; que el comportamiento que observó la Corte Suprema de Justicia para dilatar la elección de Fiscal por más de año y medio es altamente censurable; y que el voto que emitió anoche para elegir a Viviane Morales versó sobre una terna de hecho, que contrariando el ordenamiento jurídico, postuló el presidente Santos. 
No entraré en el campo de las descalificaciones personales acerca de la nueva titular de la Fiscalía. Al fin y al cabo, goza de la presunción de buena fe y cabe esperar que no sea inferior a la tremenda responsabilidad que ha asumido al aceptar la elección de que ha sido objeto. 
Con todo, hay preguntas y observaciones que no dejan de ser pertinentes en relación con el proceso que acaba de culminar con el voto que emitió la Corte, hecho en el que hay unos aspectos que son de público conocimiento, pero también otros ocultos y quizás sinuosos. 
Preguntemos, por ejemplo, por las consideraciones de política criminal que llevaron a Santos a proponer la terna de hecho y en qué resultaba mejor ésta que la de derecho que con aparente desviación de poder frustró la Corte.
¿Por qué los nombres de Morales, Esguerra y Arrieta, y no otros?¿Qué tenían ellos de maravilloso en comparación con los de Gómez, Velilla y Cabello?
Le diferencia, en principio, radica en que los primeros fueron candidatizados por Santos, mientras que los segundos lo fueron por Uribe. Pues bien, como lo señalé en otro escrito para este blog, la Corte parece haber inventado un impedimento para aspirar a la Fiscalía, a saber: que la candidatura hubiese provenido de Uribe. 
A la hora de la verdad, Santos, a pesar de ser un cachaco, no ha mostrado mucha elegancia en sus comportamientos. 
Piénsese tan sólo en que  la Sala Penal de la Corte pidió por unanimidad que la Fiscalía lo investigara por falso testimonio en el caso del Contra-almirante Arango Bacci. 
Si pensar mal de Uribe está de moda en la prensa capitalina, ¿por qué a ésta no se le ocurre considerar que mediaba por lo menos un impedimento moral para que Santos propusiera los candidatos a ocupar el cargo cuyo titular tiene el cometido de hacer el escrutinio del montaje que se hizo para arruinar la honra de Arango? 
Que Viviane Morales tenga trayectoria política no la inhibe de suyo para el cargo. Pero es interesante preguntar por qué Santos confeccionó su terna de hecho exclusivamente con personas vinculadas de algún modo con Ernesto Samper Pizano y no hubiese considerado la conveniencia de postular siquiera a un conservador. 
¿Tendrá que ver ello con el tema de la fusión del Partido Liberal con Cambio Radical? 
Y si Viviane Morales viene del Partido Liberal, ¿comparte el odio de sus copartidarios contra el ex presidente Uribe y sus colaboradores, o es, como algunos ya lo anuncian, una liberal uribista de rara estirpe? 
Pero hay algo más. A su iniciativa se debe la frustración de las diligencias que con buenas razones había iniciado la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia contra los representantes que votaron en favor de Samper en el célebre proceso que en su contra adelantó la Cámara. 
A raíz de una tutela que ella inició, la Corte Constitucional adoptó una extravagante doctrina sobre la inviolabilidad del voto de los congresistas, que de modo algo confuso ha desconocido la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia para enjuiciar y condenar a  congresistas que votaron favorablemente o hicieron posible la reelección del ex presidente Uribe. 
¿Consideró la Corte estos antecedentes al elegirla como titular de la Fiscalía? ¿Está dispuesta la nueva Fiscal a mantener la rigurosa doctrina de la inviolabilidad de los congresistas que ella defendió litigando en causa propia?
Un vicio ya viejo y arraigado en la Fiscalía es la tendencia a compartir su poder burocrático con los políticos e, incluso, como lo denunció hoy el ex presidente Uribe Vélez, con la Corte Suprema de Justicia. 
Hay que investigar si es cierto que el Fiscal interino nombró como Vicefiscal a un recomendado de la Corte Suprema de Justicia, como también lo denunció Uribe en sus declaraciones para RCN, o les dio jugosas cuotas burocráticas a Vargas Lleras y Javier Cáceres, como se dice en los mentideros capitalinos. 
Habida consideración de estas insinuaciones, bien puede uno preguntar acerca de si la fácil aunque cuestionable mayoría con que se eligió a la nueva Fiscal fue producto de generación espontánea, como lo da a entender el magistrado Arrubla cuando dice que en la Corte no hay dos partidos, sino veintitrés, o hubo alguna negociación a la que jamás se habría prestado un candidato como Juan Carlos Esguerra. 
En fin, como se dice en los campos, amanecerá y veremos.
Jesús Vallejo Mejía es abogado constitucionalista, profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Colombia y embajador de Colombia en Chile. El Dr. Vallejo es autor del blog Pianoforte.

viernes, 3 de diciembre de 2010

"¡Te pillé mirando!"

Por Juan Gómez Martínez

Voy a imitar a Raúl Tamayo, no en su estilo ágil y ameno, pero sí en contar un cuento al principio que se le puede acomodar a otras circunstancias y personajes.

El esposo, en una pareja, era algo díscolo y enamorado, practicante por fuera del matrimonio. Una noche, el señor del cuento, se pasó para la alcoba de la empleada del servicio y estaban en lo mejor, o en lo peor, depende de cómo se mire, cuando apareció la señora en el escenario de los hechos. El señor se dirigió a su esposa en tono airado y con voz de regaño le dijo: "¡te pillé mirando!". Traído el cuento a hoy, vemos que el esposo infiel se adelantó a lo que ocurre con nuestra justicia: la esposa violó la privacidad de la empleada, la incursión en la alcoba no fue en horas hábiles de trabajo, no pidió permiso para hacer el allanamiento. La esposa salió regañada y con la carga de la culpa.

Eso está pasando en Colombia. Una Corte Suprema de Justicia que asiste a un acto social, invitados sus integrantes por un señor de no muy buena reputación, que reciben magníficos regalos del mismo después de pagarles el viaje en un avión fletado y de participar en una animada fiesta, según cuentan. Ahora acusan a los funcionarios de un organismo de investigación por haberlos descubierto en un hecho que los deja tan mal parados como al señor del cuento. Los que se pasaron al otro cuarto son los que ahora investigan y hacen el escándalo cuando los pillados fueron ellos. El delito es que se hicieron las chuzadas sin la autorización de los organismos investigados, como lo sucedido con la muchacha del servicio que no dio autorización alguna para que su patrona entrara.

Una justicia en calidad de "encargada", una justicia que ni siquiera cumple con la Constitución para elegir Fiscal General, una justicia que emite los juicios condenatorios antes de iniciarlos, como pasa con la exdirectora del DAS, una justicia a la que le falta nombrar miembros para garantizar los votos necesarios en sus decisiones, no puede ser una justicia confiable. Con razón, para protegerse de ella, se busca el asilo.

Lo he dicho muchas veces, lo que pasa con la justicia es más grave que lo que pasa con los grupos subversivos, a estos se les puede combatir con las armas del Estado, la justicia es una de las ramas del poder, independiente y sin control alguno.

Grave, también, que esta opinión es generalizada, lo dicen las encuestas, el pueblo colombiano, en su gran mayoría, no cree en la justicia. ¿Cuál podrá ser el futuro de Colombia con una justicia inoperante y politizada? Me preocupa esta opinión mía y de muchos compatriotas.

Se puede también aplicar el "te pillé mirando" a lo que ahora se está destapando con las misiones diplomáticas de los Estados Unidos. Un embajador no se nombra solamente para asistir a cocteles, que son muchos, su misión, además de representar a su presidente y a su país, es la de estar informando sobre todos los hechos en los que pueda haber algún interés de su gobierno. Recuerdo que cuando la prensa bogotana me tildaba a mí como amigo de los narcotraficantes y cuando hacía parte del gobierno de Ernesto Samper, el embajador de los Estados Unidos me invitó a su despacho para hacerme toda clase de preguntas sobre mí y sobre algún amigo que ocupaba otro cargo público, claro que informé a mi amigo de lo ocurrido. No creo que esta visita fuera solo para oírme y que ningún dato fuera enviado a su gobierno. Al lado del embajador estaba un escribiente que tomaba nota sin perder detalle. Cuando se tiene la conciencia tranquila esto no pasa de allí. El embajador tenía todo su derecho a ser informado y de disponer de esa información.